Es la expresión de la amplia experiencia de los viejos en las tareas de cocina y en el arte de servir la mesa, es permitir perfeccionar el oficio en esta noble profesión.
Es la historia y dignificación de la cocina mexicana con ingredientes autóctonos y muy cercanos, es la integración de técnicas de elaboración y servicio, es el desafío en algunas ocasiones de los paradigmas culinarios para lograr una experiencia al comensal, es la necesidad de mantenerse a la vanguardia, atendiendo las preferencias de los comensales sin perder de vista la nostalgia por lo básico y esencial.
Es tenacidad, esfuerzo y amor siempre vistiendo de gala a la gran restauranteria mexicana.
Hoy, el proyecto de Loredo evoluciona en Sarabando para abordar SABOR E HISTORIA.